Violencia de género y abuso narcisista
Salir del abuso y recuperar tu libertad, poder y amor propio es posible
¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género es una grave problemática social que trasciende el ámbito personal, manifestándose como una herida profunda en el tejido de nuestra sociedad.
No es un fenómeno aislado, sino una manifestación de la estructura patriarcal y machista que, durante siglos, ha perpetuado desigualdades y discriminación contra las mujeres.
Esta violencia no solo se evidencia en actos físicos, sino también en formas psicológicas, emocionales, económicas y sexuales, que buscan controlar, someter y silenciar a las mujeres.
¿Cómo puedo saber si he sido víctima de violencia de género o de abuso narcisista?
Saber si has sido víctima de este tipo de maltrato puede ser un proceso complejo y doloroso, pero es el primer paso hacia la recuperación y la libertad.
El maltrato se manifiesta de muchas formas, no solo a través de agresiones físicas. Pregúntate si has experimentado control excesivo, manipulación emocional, aislamiento de amigos y familiares, amenazas, humillaciones, invalidaciones o restricciones económicas por parte de tu pareja. Estos son signos claros de abuso que buscan limitar tu autonomía y bienestar.
Las mujeres que han sido víctimas y tienen secuelas psicológicas por causa del maltrato, suelen tener síntomas como depresión, ansiedad o trastorno por estrés postraumático. Y suelen estar muy presentes emociones como la culpa, la vergüenza, el miedo, la desconfianza, la ira y la rabia, la confusión y la inseguridad.
Red flags en una relación, que pueden indicar violencia de género o abuso narcisista
Tienes que saber que la violencia va en escalada, de menos a más, por lo que se instaura en la relación de forma muy sutil y te va anulando lentamente, hasta llegar al punto de hacerte generar dependencia emocional y mucha indefensión. Es por este motivo que cuesta tanto salir de este tipo de relaciones.
Además, se produce algo que se llama el ciclo de la violencia, caracterizado por tres fases: acumulación de la tensión, agresión y luna de miel. Las agresiones se alternan con momentos de aparente felicidad y tranquilidad en la relación.
- Control excesivo: Comienza con pequeños comentarios sobre tu vestimenta, actividades o amistades, que luego se convierten en intentos constantes de controlar todos los aspectos de tu vida.
- Aislamiento: Tu pareja te aleja paulatinamente de tus amigos y familiares, haciéndote sentir que solo él o ella te entiende o te apoya.
- Desvalorización y humillación: Comentarios despectivos y críticas constantes sobre tu apariencia, habilidades o decisiones, que buscan minar tu autoestima y confianza.
- Manipulación emocional: Uso de la culpa, el chantaje emocional y el victimismo para hacerte sentir responsable de sus problemas o de la relación.
- Intimidación y amenazas: Uso de miradas, gestos, palabras o acciones para asustarte y hacerte sentir en peligro, sin necesariamente llegar a la violencia física.
- Control económico: Restricción del acceso al dinero, impedimentos para trabajar o tomar decisiones financieras, lo que te deja dependiente económicamente.
- Acoso y vigilancia: Supervisión constante de tus movimientos, llamadas, mensajes y actividades, incluyendo el uso de tecnología para espiarte.
- Violencia verbal: Gritos, insultos, descalificaciones y agresiones verbales directas que buscan intimidarte y dañarte emocionalmente.
- Agresiones físicas leves: Empujones, pellizcos, tirones de pelo u otras formas de contacto físico que buscan demostrar poder y control.
- Violencia física grave: Golpes, patadas, estrangulamientos y otras formas de agresión física que ponen en riesgo tu integridad y vida.
- Violencia sexual: Obligarte a tener relaciones sexuales o realizar actos sexuales sin tu consentimiento, utilizando la coerción o la fuerza.
- Amenazas de muerte o suicidio: Amenazas explícitas de matarte a ti, a tus seres queridos o de suicidarse, para mantenerte aterrorizada y bajo control.
Violencia de género y abuso narcisista como causa de trauma: EMDR como tratamiento de elección
Una relación en la que ha habido violencia, ya sea de tipo psicológico, físico, sexual o económico, puede desencadenar en estrés postraumático en las mujeres que lo han sufrido.
Por ello, trato a las víctimas con un enfoque basado en trauma y uso herramientas como el EMDR. Este tipo de enfoque permite sanar las heridas del pasado, deconstruir patrones poco sanos, construir patrones de futuro más saludables y conseguir el empoderamiento, la libertad y el amor propio.
Círculo de mujeres: un espacio donde compartir, aprender y sanar
El círculo de mujeres es una herramienta terapéutica más, y para las víctimas de maltrato es un refugio de aprendizaje y transformación. Además de que es un recurso más económico que la terapia individual,
En este espacio seguro y acogedor, compartimos nuestras experiencias y malestares como mujeres que han sufrido la violencia, reconociendo y validando nuestras vivencias. Aquí, nos escuchamos con empatía y nos apoyamos mutuamente, entendiendo que cada historia es un paso más hacia la sanación, y que el maltrato no es culpa de ninguna de nosotras, sino de la estructura patriarcal y machista. Juntas, nos fortalecemos y nos inspiramos para construir una nueva realidad, libre de maltrato y llena de esperanza.
Ven y únete a nosotras, descubre el poder sanador de la sororidad y comienza tu camino hacia la libertad y el bienestar. Si deseas más información sobre los círculos que tenemos actualmente, mándame un mensaje!